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Almendras: el snack básico para tu rutina de belleza


Las almendras son reconocidas por ser deliciosamente crujientes, por llenar de nutrientes cualquier plan de alimentación y por brindar numerosos beneficios, desde salud cardiovascular y control de peso hasta el cuidado de nuestra piel.


Las almendras son un básico en tu rutina diaria, pues cuentan con distintos nutrientes que prueban el valor de esta poderosa nuez en la belleza y que ayudan a la salud dérmica tales como:


· Ricas en vitamina E antioxidante, que puede ayudar a proteger las células contra los efectos dañinos de los radicales libres por contaminación, rayos UV, humo de cigarro y otros factores ambientales e intrínsecos Un puñado de almendras (23 piezas o 28 gramos) te brinda el 50 % de la cantidad diaria recomendada de vitamina E.

  • Brindan el 8 % del valor diario recomendado de zinc. El zinc contribuye con la integridad de una piel saludable.

  • Dos vitaminas B que contribuyen con el mantenimiento de piel normal. Las almendras brindan el 25 % del valor diario recomendado de riboflavinay 6 % del valor diario recomendado de niacina.

  • Son una buena fuente de cobre, que desempeña un papel importante en la pigmentación de la piel y el pelo.

  • El ácido linoleico, un ácido graso esencial, ayuda a prevenir la resequedad en la piel. Una porción de 28 gramos de almendras contiene 3.5 gramos de ácido linoleico.


Existen 2 estudios recientes, financiados por el Almond Board of California, que muestran cómo las almendras pueden proteger y restaurar nuestra piel, beneficiándola de varias y únicas maneras:


Restauración: arrugas y tono de piel

Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de California en Davis encontró que comer almendras diariamente en vez de un snack típico con el mismo contenido calórico mejoró medidas tanto de severidad de arrugas como de pigmentación dérmica en mujeres posmenopáusicas.


En este estudio controlado, aleatorizado, con duración de 6 meses, 49 mujeres posmenopáusicas saludables con tipo de piel 1 o 2 en la escala de Fitzpatrick (los tipos de piel más susceptibles a quemaduras por sol) completaron el estudio. Se asignó a las participantes aleatoriamente a uno de dos grupos. En el grupo de intervención, las mujeres comieron almendras de snack, lo que representó el 20 % de su consumo calórico diario total, o 340 calorías por día en promedio (alrededor de dos porciones de 30 g). Las mujeres del grupo de control comieron un snack con contenido calórico similar (barra de higo, barra de granola o pretzels) que también representó el 20 % de su consumo calórico. Además de estos snacks, las participantes del estudio siguieron dietas regulares y no comieron otras nueces ni productos que las contuvieran.


Se llevaron a cabo evaluaciones dérmicas durante el estudio y hasta el final de este (24 semanas). En cada una de estas visitas, se evaluaron arrugas e intensidad de pigmentación del rostro mediante el uso de imagen facial de alta resolución, así como modelado y medición facial en 3D. La hidratación de la piel, la pérdida de agua transepidérmica (PATE) y la secreción de sebo también se evaluaron.


Los investigadores hallaron una reducción en la severidad de las arrugas y una mejora en la pigmentación general de la piel-a la cual se puede designar como un tono de piel más homogéneo-en el grupo que consumió almendras. Después de 6 meses, la severidad de las arrugas disminuyó 16 % y la intensidad de la pigmentación general disminuyó 20 %. Asimismo, el peso corporal siguió siendo constante para el grupo tanto de almendras como de control desde el inicio hasta la semana 24.


Protección: resistencia UVB

En otro estudio, Investigadores de la UCLA estudiaron si el consumo diario de almendras podría aumentar la resistencia a la luz UVB (la principal fuente de daño dermatológico por exposición solar) y mejorar la textura de la piel.Las participantes del estudio fueron mujeres jóvenes entre 18 y 45 años, con tipos de piel que iban desde "se quema y no se broncea fácilmente" hasta "se quema un poco y se broncea fácilmente", técnicamente clasificadas como tipos de piel II, III o IV en la escala de Fitzpatrick. Se asignó aleatoriamente a las mujeres para que comieran 42 gramos (246 calorías) de almendras o 51 gramos (200 calorías) de pretzels diariamente durante 12 semanas. Se analizaron los datos de las 29 participantes una vez finalizado el estudio.



Se midió la resistencia UVB mediante la cuantificación de la dosis de eritema mínima (DEM) de cada participante al inicio y al final del estudio. La DEM es la dosis más baja de luz UVB necesaria para causar enrojecimiento en la piel leve o eritema en una parte específica de la piel. (En este caso, se eligió la parte interna del brazo debido a que tiene menor exposición al sol). El enrojecimiento es el primer indicador de fotodaño dérmico, por lo que una mayor DEM indica mejor protección (o resistencia) al daño UVB.


Después de la intervención de 12 semanas, hubo un aumento tanto en DEM (~20%) como en tiempo de exposición para alcanzar eritema mínimo en mujeres del grupo que comió almendras en comparación con el grupo que comió pretzels. Este estudio no investigó el efecto de la exposición a la luz solar en general ni exposición a luz UVA; los hallazgos se limitan a protección contra radiación UVB.


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Cuando se trata de nutrición, las almendras cuentan con 6 gramos de proteína vegetal, 4g de fibra y múltiples vitaminas y minerales esenciales. Si la nutrición inteligente se ve tan bien como se siente, las almendras podrían ser la más deliciosa adición a la rutina de cuidado de la piel.



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