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Pacientes con enfermedades cardiovasculares pueden mejorar su calidad de vida

A través de la prevención primaria y el apego al tratamiento

La enfermedad cardiovascular es la primera causa de muerte en México.

Las enfermedades cardiovasculares son aquellas que afectan tanto al sistema circulatorio, como al corazón.

Entre ellas se encuentran la enfermedad coronaria, la enfermedad valvular cardiaca, la hipertensión arterial, el accidente cerebrovascular (trombosis o derrame cerebral) o el infarto de miocardio.

El ácido acetilsalicílico de baja dosis es considerado un tratamiento fundamental en la prevención de las enfermedades cardiovasculares.

En el marco del Encuentro con Especialistas Aspirina Protect Virtual Summit 2020, expertos destacaron el impacto que han tenido las enfermedades cardiovasculares en el país al ser la primera causa de muerte y un grave problema de salud pública; y señalaron la necesidad imperativa de la creación de estrategias para su prevención y tratamiento adecuado, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas.

El Dr. Javier Antezana, jefe de la Unidad de Cuidados Coronarios del Centro Médico Nacional Siglo XXI, del IMSS, señaló que México presenta una alta prevalencia de los principales factores de riesgo, tales como diabetes, sobrepeso, obesidad, hipertensión arterial sistémica, tabaquismo, dislipidemia y sedentarismo.

El 70% de la población mexicana en edad productiva, que se encuentra entre los 45 y 65 años, tiene al menos uno de dichos factores y por lo tanto se encuentra en riesgo de presentar algún evento cardiovascular. Además, señaló que la proyección de las enfermedades cardiovasculares no es positiva para la población mexicana.

Se estima que para el año 2020, las muertes por enfermedades cardiovasculares aumentarán en 15 a 20% y, en el año 2030, morirán cerca de 23.6 millones de personas y se pronostica que seguirá siendo la principal causa de muerte en países como el nuestro, en vías de desarrollo en los cuales ocurren el 75% de estas muertes.

Con respecto a este tema, el Dr. Alexis Gómez, cardiólogo y jefe de la Unidad de Hemodinamia y Cardiología Intervencionista del Hospital Tacuba del ISSSTE, resaltó el impacto de estas enfermedades en las personas, que, en su mayoría en edades productivas, no solo afectan a su salud, sino que tienen un efecto a la economía familiar y del país.

Por tal motivo, realizó un llamado a la sociedad para combatir esta problemática a través de la prevención primaria, la cual involucra a profesionales de la salud, sociedad civil y autoridades para sumar esfuerzos desde sus respectivas áreas con la finalidad de informar y asesorar a la población e incidir en los factores de riesgo antes de que se presente la enfermedad cardiovascular.

El rol del médico de primer contacto es primordial en esta etapa, debido a que en ellos recae la primera valoración clínica, en la que, si se realiza una evaluación oportuna del riesgo cardiovascular y se indican las medidas necesarias de prevención primaria, se podría tener un impacto realmente positivo, no solo en la calidad de vida de los pacientes, sino también en la salud pública del país.

Durante el evento también se destacó la relevancia del tratamiento con ácido acetilsalicílico de baja dosis de Bayer, al mencionar que desde hace 38 años se le ha reconocido como una terapia relevante en la prevención de eventos cardiovasculares. "La trascendencia y eficacia del ácido acetilsalicílico de baja dosis en pacientes con riesgo cardiovascular elevado y con enfermedades cardiovasculares establecidas, le ha permitido ser considerada como una piedra angular en su tratamiento. Este medicamento fue incluido en 2019 en las guías de la American Heart Association para la prevención primaria en pacientes de 40 a 70 años", agregó el Dr. Gómez.

Cabe destacar que, en pacientes con riesgo elevado, el ácido acetilsalicílico de baja dosis, reduce en un 23% el riesgo de un primer infarto agudo de miocardio (IAM) y en un 31% de un segundo IAM, además reduce el riesgo de un evento vascular cerebral isquémico recurrente en un 22.

En el estudio ASCEND, la administración de ácido acetilsalicílico de baja dosis de Bayer, redujo significativamente el riesgo de un primer evento cardiovascular grave en un 12% vs placebo en pacientes con diabetes sin ECV previa. Igualmente, en pacientes con hipertensión, la adición del ácido acetilsalicílico de baja dosis reduce el riesgo de eventos cardiovasculares vs los medicamentos antihipertensivos solos. En pacientes con dislipidemia, la adición de ácido acetilsalicílico de baja dosis más pravastatina reduce 31% el riesgo de evento vascular cerebral isquémico y 26% el riesgo de IAM mortal y no mortal vs la pravastatina sola.

Para los pacientes que desafortunadamente ya presentaron un evento cardiovascular, el panorama no es alentador ya que permanentemente se encontrarán con un mayor riesgo de presentar un segundo evento. Para ellos, las medidas de prevención secundarias son fundamentales para ralentizar la progresión de su enfermedad y, con ello evitar la aparición o el agravamiento de complicaciones.

El uso de ácido acetilsalicílico de baja dosis en prevención secundaria toma un papel central para la prevención de recurrencia de eventos cardiovasculares mayores y de la muerte cardiovascular, con una reducción del 12% y del 9%, respectivamente, siendo el fármaco de primera elección de acuerdo con las guías de práctica clínica internacionales.

Es importante señalar que estos resultados alentadores fueron posibles gracias a la adherencia al tratamiento, solo así es como los pacientes podrán obtener una mejor esperanza de vida, siguiendo las instrucciones de su médico, destacaron los especialistas.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la adherencia al tratamiento se define como el cumplimiento del mismo, es decir, tomar el tratamiento de acuerdo con la dosificación y el programa prescrito, además de considerar la persistencia, lo cual se traduce en tomar el tratamiento a lo largo del tiempo indicado.

La falta de adherencia terapéutica es un problema de gran impacto a nivel mundial, predominando sobre todo en pacientes con enfermedades crónicas, en las cuales la adherencia a largo plazo comprende poco más del 50%, pero es más baja en países en vías de desarrollo.

“A lo largo de los años, la adherencia al tratamiento se ha posicionado como un problema de salud pública. Necesitamos hacer hincapié en las intervenciones enfocadas en eliminar las barreras de adherencia terapéutica para transformarlas en un componente central de los esfuerzos entre todos los actores involucrados con la finalidad de mejorar la salud de la población mexicana y prevenir eventos cardiovasculares”, concluyeron los especialistas médicos.

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Nota; No te automedqiues. Consulta siempre a tu médico.

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