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Porque los más pequeños también necesitan la protección de la Vitamina C, llega Redoxon Gotas

La vitamina C (ácido ascórbico) tiene un rol fundamental para el crecimiento y reparación de tejidos en todas las partes del cuerpo.

Al tiempo que ayuda a absorber el hierro, cuya deficiencia causa anemia.

“Durante los primeros 1000 días de vida una adecuada nutrición es uno de los pilares primordiales para el crecimiento y desarrollo sano del ser humano. Por eso, los papás deben prestar especial atención para que sus bebés reciban los nutrientes suficientes durante esta etapa.

La vitamina C (ácido ascórbico), por ejemplo, es necesaria para el crecimiento y desarrollo sano, pues tiene un rol fundamental para el crecimiento y reparación de tejidos en todas las partes del cuerpo, al tiempo que ayuda a absorber el hierro, cuya deficiencia causa anemia,” e impacta de forma negativa en el crecimiento y neurodesarrollo, afirmó la doctora Monserrat Díaz Zafe, Pediatra experta en Nutrigenómica y Nutrición Pediátrica por el Instituto de Nutrigenómica de España y la Universidad de Boston.

“Además, diversos estudios demuestran que la vitamina C contribuye al buen funcionamiento del sistema inmune, protegiendo al cuerpo contra enfermedades,sobre todo respiratorias que se agudizan en esta época y ayudando a su recuperación, como sucede con el refriado común; que es uno de los padecimientos más frecuentes en niños menores de cinco años y su incidencia aumenta cuando ingresan a guarderías o programas de educación preescolar,” indicó la pediatra.

La leche materna suele cubrir las necesidades de ácido ascórbido al igual que otras vitaminas y minerales durante los primeros meses de vida; sin embargo, en ocasiones se presentan circunstancias que impiden al bebé obtener este beneficio, por ejemplo, cuando la mujer no lleva una dieta adecuada o tiene algún trastorno relacionado con la alimentación como anemia o anorexia”, detalló la experta.

Entre los 4½ y los 6 meses el bebé iniciará la introducción de nuevos alimentos y poco se progresarán las texturas a medida que desarrolle el correcto proceso de masticación hasta integrar alimentos sólidos a su dieta. Entonces, los pequeños de 7 a 12 meses necesitan 50 mg/día de vitamina C, y de 1 a 3 años, 15 mg/día.

Y si bien diversas frutas y vegetales ofrecen un aporte óptimo de vitamina C –por ejemplo, naranjas, toronjas, kiwi, sandía, mango, brócoli, coles de Bruselas, coliflor y pimientos–, sin embargo las cantidades de ácido ascórbico en la dieta diaria de estos pequeños suelen ser insuficientes para cubrir los requerimientos diarios recomendados.

Entre los principales beneficios de la vitamina C Están: sintertiza el colágeno, ayuda en la cicatrización de heridas, ayuda en la absorción y transporte de hierro, reduce la incidencia de anemia y ferropenia; ayuda en la adecuada función inmunológica de las defensas, adecuado mantenimiento del sistema redox, proteje las celular de radicles libres, previene deficiencias leves.

La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2016 revela que casi 1.5 millones de niños menores de 5 años presentan desnutrición crónica, entre otras deficiencias en la alimentación. La anemia y la deficiencia de micronutrimentos han sido denominados “hambre oculta”, dado que sus manifestaciones, especialmente en los casos leves y moderados (los más comunes en México), no son evidentes a simple vista, lo que contribuye a convertir en “invisibles” estas deficiencias.

“En estos casos, y cuando hay un requerimiento extra de vitamina C por alguna cuestión específica de salud, es recomendable administrar un suplemento que permita al pequeño contar con los niveles óptimos del mismo. El nuevo Redoxon Gotas es una buena opción para lograrlo, ya que en esta presentación es de fácil administración. Además, su sabor caramelo favorece el gusto de los niños”, enfatizó el Dr. Mundo.

El sabor y la presentación podría parecer un asunto vanal, pero cuando los niños son muy pequeños, lo ideal es administrarles los tratamientos de manera que no lo escupan parcial o totalmente, ya sea por un mal sabor o una presentación que les resulte difícil de tragar, pues si esto pasa compromete la cantidad de medicamento administrada y, por tanto, los resultados del mismo.

“A partir de los 6 años los niños empiezan a aprender a tragar pastillas, antes, esto es prácticamente imposible. Asimismo, a diferencia de los niños mayores, los niños a tan corta edad no pueden entender que un medicamento es vital para su salud; simplemente, si tiene un mal sabor, lo rechazan escupiéndolo. Por eso, cuando se trata de medicinas para los más pequeños, un buen sabor está ligado a la administración adecuada y, por tanto, a la eficacia.

Así, Redoxon Gotas se convierte en un aliado muy importante para que los padres cuiden la salud de sus hijos, ayudándoles a promover el adecuado funcionamiento del sistema inmune para la prevención y tratamiento de la gripe y el resfriado común, así como a cuidar su piel y huesos”, concluyó el Dr. Mundo.

Se recomienda dar 3 gotas diarias a recién nacidos a 1 año; 3 a 4 gotas de 1 a 3 años y 10 a 20 gotas de 4 años en adelante.

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