Este verano protege la piel de tus hijos de los efectos dañinos del sol
Ante los hechos que se están presentando en relación al aumento de la radiación solar y la contaminación ambiental, hay que proteger la piel de los niños y niñas.
Los dos tipos de rayos solares que pueden ocasionar daños en la piel son los ultravioleta A (UVA) y los ultravioleta B (UVB).
Los rayos UVA afectan las capas profundas de la piel. Los UVB dañan las capas externas de la piel y causan quemaduras.
La mejor manera de disminuir el riesgo de cambios cutáneos es proteger la piel del sol. Esto incluye el uso de filtros o protectores solares y otras medidas de protección.
Evite la exposición al sol, particularmente durante las horas de 10 de la mañana a 4 de la tarde, cuando los rayos UV son más fuertes.
No ponga al sol a menores de 2 años, y sin protección.
Recuerde que los daños a la piel por el sol se van acumulando y en algún momento se reflejarán, como envejecimiento prematuro, manchas y hasta cáncer de piel.
Recuerde que cuanto mayor sea la altitud, más rápido se quema su piel con la exposición al sol. Además, al comienzo del verano es cuando los rayos UV pueden causar el mayor daño de la piel.
Use protección contra el sol, incluso en los días nublados. Las nubes y la niebla no lo protegen del sol y pueden incluso intensificar los rayos UVB.
Los adultos y los niños deben usar ropa para proteger la piel contra el sol, además de aplicarse bloqueador o filtro solar. Las sugerencias para la ropa incluyen:
Camisas de manga larga y pantalones largos. Busque telas sueltas, sin blanquear, de tejido bien tupido. Cuanto más tupido sea el tejido, mayor protección ofrecerá la prenda de vestir.
Un sombrero de ala ancha que pueda darle sombra del sol a toda la cara. Una gorra de béisbol o con visera no protege las orejas o los costados de la cara.
Ropa especial que proteja la piel absorbiendo los rayos UV.
Gafas de sol que bloqueen los rayos UVA y UVB (para cualquier persona de más de un año).
