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Identifica oportunamente si tu bebé desarrolla alguna alergia alimentaria

Al menos 25% de la población en México padece algún tipo de alergia, entre ellas la alimentaria.

Una alergia alimentaria es la forma en que nuestro sistema inmune reacciona a un elemento ajeno, inclusive a los alimentos.

A las nuevas mamás a veces les cuesta trabajo identificar lo que es normal con su bebé y lo qué no. Por ello te explicaremos un poco acerca de las alergias y su origen para que puedas detectarlas y atenderlas a tiempo, en caso de que tu hijo las presente.

El sistema inmune de un ser humano nos protege de agentes dañinos como virus y bacterias, pero en ocasiones también reacciona de una forma exagerada ante otros elementos que no deberían ser dañinos, pero que los considera como extraños.

Cuando el organismo detecta la presencia de este agente extraño, puede “atacarlo”, lo cual se refleja a través urticarias o erupciones en la piel, lagrimeo, picazón en la boca, hinchazón de algunas partes del cuerpo, silbido al respirar, e incluso en casos más graves dificultad para respirar.

Esta reacción la identificamos como alergia. Pero, ¿qué elementos alrededor de nuestro bebé pueden desencadenarla? Según cifras del IMSS al menos 25% de la población del país padece algún tipo de alergia. Estás van desde las causadas por factores ambientales como ácaros de polvo, polen o mascotas en casa hasta las alimentarias.

Refiriéndonos a las alergias alimentarias en niños en particular, podemos detectar que algunos alimentos como leche de vaca, trigo, soya, huevo, mariscos y frutos secos, están entre los alimentos qué más reacciones alérgicas causan.

Pero existen algunos factores que predisponen a un bebé a padecerlas, por ejemplo, si los padres y/o hermanos tienen algún tipo de alergia, es más probable que el bebé, la presente. También es bueno considerar que si un bebé ya presentó síntomas de reacción a un alimento puede tener mayor riesgo de presentar reacción a otro.

Existen factores que nos podrían ayudar a fortalecer y educar adecuadamente al sistema inmune. Uno de ellos muy importante es la manera en que nacemos. Esto es porque, durante el parto natural, el bebé atraviesa el canal vaginal de la madre y en ese pasaje se va impregnando de una gran cantidad y variedad de microorganismos, conocidos como microbiota que son benéficos para él.

Esos microorganismos comenzarán a colonizar su piel, mucosas y aparato digestivo. Jugando un rol fundamental para el entrenamiento y fortalecimiento de su sistema inmunológico.

Otro de los factores para fortalecer las defensas de los infantes es la lactancia materna, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), brindar lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida, reduce hasta en un 81 por ciento el riesgo de padecer una alergia alimentaria.

En casos excepcionales en las que no se logre dar lactancia materna exclusiva, existen productos con el respaldo de años de investigación científica que ayudan a cubrir los requerimientos de la dieta de bebés, niñas y niños con alergia a la proteína de leche de vaca y otras alergias alimentarias.

Si en algún momento existe la sospecha de la presencia de alguna clase de alergia, lo ideal es visitar al pediatra, para encontrar en conjunto alguna alternativa que mejore sus síntomas pero sobre todo su calidad de vida.

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