Sarampión muy contagioso y puede ser grave e incluso mortal para los niños pequeños
El sarampión es una enfermedad vírica muy contagiosa que afecta sobre todo a los niños y se transmite por gotículas procedentes de la nariz, boca y faringe que las personas infectadas expulsan al toser, hablar o estornudar.

El sarampión puede ser grave e incluso mortal para los niños pequeños.
Aunque las tasas de mortalidad se han reducido en todo el mundo a medida que se administra la vacuna contra el sarampión a más niños, la enfermedad aún mata a más de 100 000 personas cada año, la mayoría menores de 5 años de edad. (OMS)
Los signos y síntomas del sarampión aparecen entre 10 y 14 días después de la exposición al virus
y generalmente incluyen:
Fiebre
Tos seca
Resfrío
Dolor de garganta
Ojos inflamados (conjuntivitis)
Manchas blancas diminutas con centro blanco azulado y fondo rojo dentro de la boca, en el revestimiento interno de las mejillas, también denominados manchas de Koplik
Sarpullido constituido por manchas grandes y planas que generalmente se funden entre sí

La infección ocurre en etapas secuenciales durante un período de dos a tres semanas.
Infección e incubación. Durante los primeros 10 a 14 días después de contraer la infección, el virus del sarampión se incuba. Durante ese período, no tienes signos ni síntomas.
Signos y síntomas inespecíficos. El sarampión generalmente comienza con fiebre leve a moderada, a menudo acompañada de tos constante, resfrío, ojos inflamados (conjuntivitis) y dolor de garganta. Esta enfermedad relativamente leve pude durar dos o tres días.
Enfermedad aguda y erupción cutánea. La erupción cutánea consiste en pequeñas manchas rojas, algunas de las cuales están levemente elevadas. Los puntos y bultos en grupos estrechos le dan a la piel un aspecto rojo moteado. La erupción primero aparece en el rostro.
Durante los próximos días, la erupción cutánea se esparce por los brazos y el tronco, y luego por los muslos, las piernas y los pies. Al mismo tiempo, la fiebre aumenta abruptamente, y a menudo alcanza los 40 a 41 °C. La erupción del sarampión disminuye gradualmente; primero desaparece del rostro y, por último, de los muslos y los pies.

Período contagioso. Una persona con sarampión puede propagar el virus a otros durante aproximadamente ocho días; ese período comienza cuatro días antes de que aparezca la erupción y finaliza cuando la erupción ha estado presente durante cuatro días.
No hay tratamiento específico para el sarampión, y la mayoría de los pacientes se recuperan en 2 o 3 semanas. Una de las principales molestias es la comezón que se genera en la pielo, y que al ser rascada puede provocar infecciones y lesiones.
Sin embargo, el sarampión puede causar complicaciones graves, tales como ceguera, encefalitis, diarrea intensa, infecciones del oído y neumonía, sobre todo en niños malnutridos y pacientes inmunodeprimidos.
El sarampión es una enfermedad prevenible mediante vacunación. Los niños deben recibir 2 dosis de la vacuna MMR: Primera dosis: entre los 12 a 15 meses de edad. Segunda dosis o refuerzo a los 6 años de edad. La recomendación de la vacunación es universal.

Es importante verificar que todas las personas desde los 6 y hasta los 39 años tengan una 2a dosis de vacuna contra sarampión, para evitar que resurja con fuerza la enfermedad o sea importada, es decir que el contagio se haya dado en otro lugar fuera de México, para que la vacuna sea realmente protectora.
Si no se cuenta con la segunda dosis de vacuna se aplica: Menores de 10 años: una dosis de SRP (sarampión, rubéola, parotiditis), o mayores de 10 años: una dosis de SR (sarampión, rubéola).
También se recomienda aplicar una dosis de SR a los trabajadores del Sector Salud, turismo y transporte que no comprueben que ya cuentan con la segunda dosis de vacuna contra sarampión. Así también las personas que viajan internacionalmente a Europa o Estados Unidos, deberán vacunarse con SR por lo menos un mes antes de su viaje.

La mayoría de los niños no presenta ningún efecto secundario a causa de la vacuna. Los efectos secundarios que se producen son por lo general muy leves, como fiebre, sarpullido, dolor o hinchazón en el lugar de la inyección, o dolor y rigidez pasajeros en las articulaciones (mayormente en los adolescentes y adultos). Los efectos secundarios más graves son raros. Estos pueden incluir fiebre alta, la cual puede causar convulsiones.
Además de la vacuna, es importante evitar lo más que se pueda el contacto con personas enfermas, no mandar a los niños a la escuela o a lugares públicos, hasta que haya pasado el periodo de contagio.