Además del ABCDE del melanoma ¿En qué otra cosa me tengo que fijar en mi piel?
Se ha hablado mucho de la regla del ABCDE del melanoma
Que ayuda a las personas a detectar cambios en forma temprana de los lunares como: la asimetría, los bordes, el color, el diámetro y su evolución. Sin embargo, algunos melanomas no presentan estas características. Por lo que es importante estar alerta y notificar cualquier otro cambio en la piel o crecimientos que se observen como algo distinto al resto de los lunares.
Otras señales de advertencia son:
Una llaga o ulceración que no sane
Propagación del pigmento del borde de una mancha
Enrojecimiento o una nueva hinchazón más allá del borde del lunar
Cambio en la sensación (comezón o dolor a la palpación)
Cambio en la superficie de un lunar (descamación, exudación, sangrado o la apariencia de una protuberancia o nódulo)
Algunas veces resulta difícil distinguir la diferencia entre un melanoma y un lunar ordinario. Por lo tanto, resulta importante mostrar a su dermatólogo cualquier lunar que resulte dudoso. Una pequeña porción de melanomas comienza en lugares distintos a la piel, como debajo de las uñas o de un dedo del pie, dentro de la boca, o incluso en la parte coloreada del ojo (iris), por lo que cualquier punto nuevo o cambiante en estas áreas también debe ser mostrado al dermatólogo.
El melanoma es el tipo de cáncer de piel más peligroso, en comparación con aquellos en piel de células basales y escamosas, debido a que tiene más probabilidad de propagarse a otras partes del cuerpo, si no se detecta a tiempo. Por ello, es importante familiarizarse con su piel para detectar cualquier nuevo lunar o cambios en los existentes. Este cáncer de piel se puede diagnosticar en sus inicios a través del autoexamen de la piel y los exámenes de rutina con un dermatólogo; por lo que son importantes para llevar un control de los lunares y manchas en la piel, así como detectar aquellas nuevas marcas que puedan aparecer en el cuerpo.