El hipotiroidismo leve podría no requerir de tratamiento, pero sí de control
El hipotiroidismo (tiroides hipoactiva) es un trastorno en el cual la glándula tiroides no produce la cantidad suficiente de ciertas hormonas cruciales.
El Dr.Robert C.Smallridge, del Departamento de Endocrinología de Mayo Clinic, explica que la glándula tiroidea parece una mariposa pequeña asentada en la parte delantera del cuello y produce triyodotironina o T3 y tiroxina o T4.
Estas hormonas tienen efectos en todos los aspectos del metabolismo: mantienen la velocidad con la que el cuerpo usa la grasa y los carbohidratos, ayudan a controlar la temperatura corporal, influyen sobre la frecuencia cardíaca y ayudan a regular la producción de proteínas. La cantidad que el cuerpo produce está regulada por otra hormona, llamada estimulante de la tiroides o TSH (por sus siglas en inglés), que es producida por la glándula pituitaria.
El hipotiroidismo se presenta cuando la tiroides no produce suficientes hormonas y como resultado, el metabolismo se ralentiza. A medida que se lentifica, el nivel de T4 en el organismo disminuye y el nivel de TSH aumenta para motivar a la glándula tiroides a producir más T4.
En algunos casos leves, conocidos como hipotiroidismo subclínico, hay una elevación del TSH, pero los niveles de T4 se mantienen dentro del rango normal. En ese momento, la afección posiblemente no produzca ningún síntoma notorio; pero si continúa el descenso de T3 y T4, hecho conocido como hipotiroidismo manifiesto, la situación puede afectar a muchas funciones corporales.
El Dr. Smallridge expone que cuando se trata de casos leves, no todos los pacientes necesitan tratamiento, pues en ocasiones, la afección se resuelve sola por lo que es importante acudir a citas de seguimiento para controlarlo. Sin embargo, si pasados varios meses no se resuelven los síntomas, será necesario tratarla para no arriesgarnos a sufrir problemas graves de salud.
Los primeros síntomas de hipotiroidismo son, entre otros, ganancia inexplicable de peso, cansancio y nivel bajo de energía. Puede también haber sequedad de la piel, estreñimiento, sensibilidad al frío, hinchazón de la cara, debilidad muscular, ronquera y dolor o rigidez en las articulaciones.
El hipotiroidismo también puede afectar el corazón porque ralentiza la frecuencia cardíaca. Ejerce también un efecto sobre la capacidad del cuerpo de metabolizar eficazmente el colesterol, lo que puede llevar a un aumento del colesterol en la sangre; esto, a su vez, incrementa el riesgo de cardiopatía y eventos cardiovasculares, como ataque cardíaco y accidente cerebrovascular.
El hipotiroidismo puede afectar el cerebro y llevar a dificultades con la concentración y la memoria. También impactar sobre el sistema gastrointestinal y hacer menos frecuentes las deposiciones o provocar estreñimiento. En las mujeres que aún no atraviesan por la menopausia, el hipotiroidismo puede afectar los ciclos menstruales y la fertilidad.
Esta enfermedad se diagnostica con un examen de sangre que mide el nivel de las hormonas tiroideas en el cuerpo. La prueba se repite a intervalos regulares para controlar la fluctuación en los niveles de esta hormona tiroides. Así es que los especialistas determinan si será necesario iniciar un tratamiento. Éste implica tomar un medicamento oral, llamado levotiroxima, compuesto sintético de la hormona tiroides que restablece los niveles normales de la hormona en el cuerpo y, de esa manera, revierte los signos y los síntomas de hipotiroidismo.
La cantidad a ingerir varía de una a otra persona y se determinará realizando análisis regulares de sangre, primero entre 6 y 8 semanas después de iniciar el tratamiento y posteriormente cada 6 meses aproximadamente. Si los niveles permanecen varios años dentro del rango normal, el control suele cambiar a una vez por año. Es importante administrarse la cantidad correcta del medicamento porque muy poca levotiroxina controlará mal el hipotiroidismo, pero demasiada cantidad puede provocar efectos secundarios, como más apetito, insomnio, temblores y palpitaciones cardíacas o arritmias.
Con un seguimiento puntual y, en caso necesario, un buen tratamiento, el hipotiroidismo se controla bien, se eliminan los síntomas y disminuye el riesgo de complicaciones a consecuencia de la afección.