6 mitos y realidades sobre las carnes frías
A través del tiempo han existido muchos mitos en torno a las carnes frías, la mayoría basados en leyendas y malas prácticas del pasado.
Sin embargo, productos como el jamón, la pechuga de pavo, las salchichas, el chorizo, el tocino, el salami, el jamón serrano y la mortadela, han estado en las mesas de las familias mexicanas durante muchos años a través de diferentes generaciones.
Maricarmen Osés, nutrióloga certificada por el Colegio Mexicano de Nutriólogos y miembro de la Asociación Mexicana de Nutriología, considera que las carnes frías son una opción de proteína cárnica (de origen animal) que puede formar parte de una dieta saludable, variada y equilibrada, siempre y cuando las combinemos con hábitos saludables y elijamos productos de marcas registradas para asegurar la calidad de sus ingredientes.
Aquí algunos de los mitos más comunes y la realidad en torno a ellos:
Mito: “Las carnes frías están hechas con los sobrantes de la industria cárnica”
Realidad: Hoy en día, la elaboración de carnes frías es una industria por sí misma, en la que marcas de prestigio se dedican exclusivamente a la producción de carnes frías que, además de ser innovadores, prácticos, ricos y versátiles, están hechos con carne de la más alta calidad.
Mito: “Las carnes frías no son saludables ni nutritivas”
Realidad: Son una opción de proteína cárnica, de buena calidad, rica en vitaminas y minerales, que puede incluirse en el marco de una dieta saludable, variada y equilibrada, que incluya todos los grupos de alimentos. Combina su consumo con ejercicio y hábitos saludables.
Mito: “Las carnes frías tienen mucho sodio”
Realidad: La sal es uno de los conservadores más antiguos que, además, exalta el sabor de los alimentos. La OMS recomienda que su consumo no supere los 5000 mg de sal diarios (lo que equivale a 2000mg de sodio). Una salchicha de pavo aporta aproximadamente 400mg de, mientras una rebanada de jamón de pierna aporta 218mg y una de pechuga de pavo 166mg. También puedes optar por líneas bajas en sodio para cuidar tu alimentación un poco más.
Mito: “Las carnes frías contienen nitritos, que elevan el riesgo de cáncer”
Realidad: Ningún alimento por sí solo causa esta enfermedad si se consume en el marco de una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable. El uso de nitritos en la industria alimentaria está permitido por las entidades regulatorias a nivel mundial para conservar los productos cárnicos en óptimo estado por más tiempo. Sin embargo, si prefieres optar por productos libres de nitritos, existen algunas opciones disponibles en el supermercado.
Mito: “Las carnes frías no son recomendadas para niños”
Realidad: Son fuente de proteínas de alto valor biológico y micronutrientes como el hierro, zinc, vitamina B6 y B12. Lo más recomendable, a cualquier edad, es llevar un estilo de vida saludable, en el que las carnes formen parte natural de una dieta variada y balanceada, que incluya todos los grupos de alimentos.
Mito: “Las carnes frías no son recomendables por ser productos procesados”
Es importante recordar que cualquier producto hecho de carne necesita ser procesado de alguna manera antes de ser consumido. Tal como marinamos, condimentamos y cocinamos nuestros alimentos en casa. Esto es muy similar al proceso utilizado en la elaboración de las carnes frías, la cual se hace en una escala mucho más grande.
Ahora que ya sabes que consumir carnes frías no tiene nada de malo, si no, al contario, cocínalos y disfrútalos, en combinación con una dieta saludable y equilibrada.